sábado, 2 de agosto de 2014
MIQUEAS. CAPÍTULO 7.
Discurso
del profeta (Sal 14)
7 1¡Ay de mí! Me sucede como al que rebusca
terminada la vendimia:
terminada la vendimia:
no quedan
racimos que comer
ni brevas,
que tanto me gustan;
2han desaparecido
del país los hombres leales,
no queda
un hombre honrado;
todos
acechan para matar,
se tienden
redes unos a otros;
3sus manos
son buenas para la maldad:
el príncipe exige, el juez se soborna,
el príncipe exige, el juez se soborna,
el poderoso
declara sus ambiciones;
4Se retuerce
la bondad como espinos
y la rectitud como zarzales.
y la rectitud como zarzales.
El día de
la cuenta que anuncia el centinela
llegará: pronto llegará la desgracia.
llegará: pronto llegará la desgracia.
5No os
fiéis del prójimo,
no confiéis
en el amigo,
guarda la puerta de tu boca
guarda la puerta de tu boca
de la
que duerme en tus brazos;
6porque
el hijo deshonra al padre,
se levantan
la hija contra la madre,
la nuera contra la suegra
la nuera contra la suegra
y los enemigos
de uno
son los
de su casa.
7pero yo
estoy alerta aguardando al Señor,
mi Dios y salvador:
mi Dios y salvador:
mi Dios
me escuchará.
Restauración
(Eclo 36)
8-No cantes
victoria, mi enemiga: si caí, me alzaré;
si me siento en tinieblas, el Señor es mi luz.
si me siento en tinieblas, el Señor es mi luz.
9Soportaré
la cólera del Señor,
pues pequé contra él,
pues pequé contra él,
hasta que
juzgue mi causa y me haga justicia;
me sacará a la luz y gozaré de su justicia.
me sacará a la luz y gozaré de su justicia.
10Mi enemiga
al verlo se cubrirá de vergüenza,
la que me decía: «¿Dónde está tu Dios?».
la que me decía: «¿Dónde está tu Dios?».
Mis ojos
gozarán pronto viéndola
pisoteada como lodo de la calle.
pisoteada como lodo de la calle.
11-Es el
día de reconstruir tu cerca,
es el día de ensanchar tus lindes.
es el día de ensanchar tus lindes.
12el día
en que vendrán a ti
desde Asiria hasta Egipto,
del Nilo al Éufrates,
desde Asiria hasta Egipto,
del Nilo al Éufrates,
de mar
a mar, de monte a monte.
13El país
con sus habitantes quedará desolado
en pago de sus malas acciones.
en pago de sus malas acciones.
14-Pastorea
a tu pueblo con el cayado,
a las
ovejas de tu propiedad, vecino solitario
de la foresta del Carmelo;
de la foresta del Carmelo;
que pasten
como antaño en Basán y Galaad;
15como cuando saliste de Egipto.
muéstranos tus prodigios.
15como cuando saliste de Egipto.
muéstranos tus prodigios.
16Que los
pueblos al verlo se avergüencen.
a pesar de su valentía;
a pesar de su valentía;
que se lleven
la mano a la boca
y se tapen los oídos;
y se tapen los oídos;
17que muerdan
el polvo
como culebras
o sabandijas;
que salgan
temblando de sus baluartes.
que teman y se asusten ante ti.
que teman y se asusten ante ti.
Señor. Dios
nuestro.
18-¿Qué
Dios como tú perdona el pecado
y absuelve
la culpa al resto de su heredad?
No mantendrá
siempre la ira.
pues ama la misericordia;
19volverá a compadecerse.
destruirá nuestras culpas.
arrojará al fondo del mar
todos nuestros pecados.
pues ama la misericordia;
19volverá a compadecerse.
destruirá nuestras culpas.
arrojará al fondo del mar
todos nuestros pecados.
20Así
serás fiel a Jacob y leal a Abrahán,
como lo prometiste en el pasado
como lo prometiste en el pasado
a nuestros
padres.
Explicación.
7,1-7
La última pieza propone de nuevo la descripción de pecados con el anuncio de la
sentencia; con una particularidad, que el castigo es lógica consecuencia del
pecado; es decir, el pecado crea una situación injusta que han de padecer
también los culpables (cfr. Is 59). Donde reinan falsedad y engaño, se acaban
confianza y convivencia.
7,1 El
profeta parece sentir la tragedia de su mensaje y de su destino, y por medio de
su sentir expresa el dolor de Dios. En busca de frutos que justificaran el
perdón, se ha llegado a la rebusca, en vano: véase Jr 5,1. La imagen de Miqueas
dice que llega el final.
7,2
Véase Sal 12,2s.
7,3 Es
enérgico el oxímoron (opuestos) de la expresión: "buenos para el mal".
El último verbo es dudoso: lo pasamos con otros al verso siguiente.
7,4 Lo
que debía ser recto (Sal 45,7) se ha retorcido.
7,5
Véanse Jr 9,1-10 y Sal 55.
7,6
Véanse Ex 20,12; Lv 20,9; Dt 21,18-21.
7,7
Suena como conclusión de lo comenzado en 6,1. El profeta se distancia de la situación
y ocupa su puesto propio de centinela a la espera (Is 8,17; 21,5s; Ez 33; Hab 2,1).
A pesar de sus denuncias y su controversia, Miqueas aguarda y espera. Responde en
el libro el último bloque de oráculos.
7,8-20
Como los libros de Oseas y Amós, también el presente termina en tonalidad de esperanza,
A este bloque no le faltan relaciones temáticas con el juicio de 6,1-7,7: hay
un pleito (9), el lenguaje del pecado (18b.19b), la salida de Egipto (15), la
lealtad de Dios (18c). El bloque es una composición cuaternaria alternante; en esquema:
7,8-10
Jerusalén increpa a su rival recordando el pasado y el futuro.
7,11-13
Dios anuncia a Jerusalén el día de su liberación.
7,14-17
Jerusalén invoca la acción liberadora del Señor.
7,18-20
Jerusalén expresa su confianza en el Señor.
7,8-10
Primera parte. Jerusalén sufrió a manos enemigas, lo cual no significa que la potencia
enemiga sea árbitra de la situación. Jerusalén era culpable, y el Señor la
entregó temporalmente en manos enemigas (Jue 2, 11-15). Ahora que Jerusalén
está arrepentida y perdonada, el Señor saldrá por ella, librará a la humillada y castigará la
arrogancia del agresor. Es una confesión teológica tradicional, que históricamente se explicaría
mejor después de la caída de la capital (586), aunque cabría después de la asoladora invasión
de Senaquerib (701).
7,8
Cantar victoria: Sal 25,2; 35,19.
7,9 El
Señor se encarga del pleito de Jerusalén y lo hace suyo, como parte ofendida
(cfr. Sal 35,1). Domina la imagen del ver y de la luz (Is 42,7)
7,10 La
pregunta la hace el enemigo en tono burlón al ver que ese Dios no actúa: Sal 42,4.11;
79,10; 115,2.
7,11-13
Segunda parte. Llega el día de la reconstrucción y del retorno de los dispersos.
La ciudad se llena, y hay que ensanchar su muralla: Is 49,19; 54,2. El profeta
contempla una diáspora universal: Is 11,11; 43,6; 60,5-9.
7,14-17
Tercera parte. Si la imagen del Señor pastor está vinculada a las tradiciones del
desierto, el pastoreo en Basán y Galaad pertenece a la ocupación de la tierra
en Transjordania. La actividad pastoril del Señor a favor de su pueblo tendrá
virtud de teofanía (Sal 80.2-4), que infundirá pánico en el enemigo (Ex 15.14-16).
7,14
"Vecino solitario": semejante título no tiene antecedentes ni iguales
en el AT, por lo que algunos lo atribuyen al rebaño. Tampoco es extraño imaginar
a las divinidades residiendo en las montañas. Por otra parte, Carmelo puede ser
topónimo genérico (1 Sm 25,2), y sabemos que el arca estuvo estacionada en
Quiriat Yearim = Villasotos (Sal 132).
7,17
Véanse Sal 18,45; 72.9; Is 49.23; Os 3,5.
7,18-20
Cuarta parte. Por el tema del pecado y del perdón, la última parte empalma con
la primera. Si al enemigo se revela el Señor poderoso castigando, a su pueblo
se revela misericordioso perdonando.
7,19
Véanse Sal 32.1; 103.12. En el fondo del mar desaparece.
7,20 La
lealtad del Señor se muestra perdonando: la última. la insuperable. La esperanza
se basa en la promesa, una promesa que el pecado no puede invalidar.
MIQUEAS. CAPÍTULO 6.
Llamada
a juicio (Sal 50)
6 1Escuchad lo que dice el Señor:
Levántate,
llama a juicio a los montes,
que los collados escuchen tu voz.
2Escuchad, montes, el juicio del Señor,
firmes cimientos de la tierra:
que los collados escuchen tu voz.
2Escuchad, montes, el juicio del Señor,
firmes cimientos de la tierra:
el Señor
entabla juicio con su pueblo,
pleitea con Israel.
pleitea con Israel.
3Pueblo
mío, ¿qué te hice,
en qué te
molesté? Respóndeme.
4Te saqué
de Egipto, te redimí de la esclavitud,
enviando por delante a Moisés, Aarón y María.
5Pueblo mío, recuerda
enviando por delante a Moisés, Aarón y María.
5Pueblo mío, recuerda
lo que
maquinaba Balac, rey de Moab,
y cómo respondió Balaán, hijo de Beor;
recuerda desde Sittim* a Guilgal,
y cómo respondió Balaán, hijo de Beor;
recuerda desde Sittim* a Guilgal,
para que
comprendas que el Señor tiene razón.
Compensación
cúltica
6-¿Con
qué me presentaré al Señor,
inclinándome al Dios del cielo?
¿Me presentaré con holocaustos,
inclinándome al Dios del cielo?
¿Me presentaré con holocaustos,
con becerros
añojos?
7 ¿Aceptará
el Señor un millar de carneros
o diez mil arroyos de aceite?
o diez mil arroyos de aceite?
¿Le ofreceré
mi primogénito por mi culpa
o el fruto de mi vientre por mi pecado?
o el fruto de mi vientre por mi pecado?
8-Hombre,
ya te he explicado lo que está bien,
lo que el Señor desea de ti:
lo que el Señor desea de ti:
que defiendas
el derecho y ames la lealtad,
y que seas humilde con tu Dios.
y que seas humilde con tu Dios.
9¡Qué acierto
es respetarte a ti!
Denuncias
y amenazas
¡Oíd! El
Señor llama a la ciudad,
escuchad, tribu y sus asambleas:
escuchad, tribu y sus asambleas:
10-¿Voy
a tolerar la casa del malvado
con sus
tesoros injustos, con sus medidas
exiguas e indignantes?, 11 ¿voy a absolver
las balanzas con trampa
exiguas e indignantes?, 11 ¿voy a absolver
las balanzas con trampa
y una
bolsa de pesas falsas?
12Los ricos
están llenos de violencias,
la población
miente, tienen en la boca
una lengua embustera.
una lengua embustera.
13Pues
yo voy a comenzar a golpearte
y a devastarte por tus pecados:
y a devastarte por tus pecados:
14comerás
sin saciarte,
te retorcerás
por dentro;
si apartas
algo, se echará a perder;
si se
conserva, lo entregaré a los guerreros;
15sembrarás y no segarás,
15sembrarás y no segarás,
pisarás
la aceituna y no te ungirás,
pisarás la uva y no beberás vino.
pisarás la uva y no beberás vino.
16Se observan
los decretos de Omrí
y las prácticas de Ajab;
y las prácticas de Ajab;
seguís
sus consejos; sí que os devastaré,
entregaré la población al oprobio
entregaré la población al oprobio
y tendréis
que soportar la afrenta de mi pueblo.
Explicación.
6-7 Una
composición genérica de denuncia y promesa ha reunido estos oráculos al final
del libro, 5,1-7,7 y 7,8-20, aunque sin correspondencias precisas entre ambas
partes. En cambio, de 6,1 a 7,7 discurre una unidad semejante a otras, especialmente
de Jeremías.
6,1-7,7
El proceso se puede resumir así:
a) 6,1-5 el Señor se querella con su pueblo ante testigos: después de haber hecho tanto por él, ¿qué ha recibido en pago? b) 6,6-9a el pueblo aprecia su culpa y propone una compensación cúltica, que el Señor rechaza; lo que busca es justicia. c) 6,9b-16 Una enumeración apretada y apasionada demuestra la injusticia del pueblo, que hace inútil la compensación cúltica; ¿valdrá la intercesión de un mediador? d) 7,1-7 el profeta, discurriendo como Abrahán ante Sodoma, no encuentra justos que aplaquen a Dios, antes lo contrario; sólo le queda denunciar, amonestar y esperar él solo en su Dios.
La
querella no es penitencial, pues no termina en conversión y perdón. Se parece a
la denuncia de Jeremías sobre el templo: no vale culto ni intercesión, Jr 7,1-28,
y la denuncia sobre la alianza: no valen intercesión ni culto ni elección, 11,1-17.
Tres veces, al comenzar, se llama la querella rib . Testigos son esta
vez los montes y los cimientos de la tierra: lo alto y lo hondo. El pleito se
entabla entre dos partes, "el Señor y su pueblo", una de las cuales
resultará inocente, tendrá razón (Sal 51,6), y la otra culpable o pecadora.
6,1 Los
montes no son encausados, sino testigos notariales, como cielo y tierra en otros
textos: Is 1,2; Dt 32,1.
6,3 O no
se le deja responder o se ha quedado sin respuesta.
6,4-5
Es curiosa la selección de beneficios. Miriam quizá recordando el epinicio (Ex 15)
y el paso del Mar Rojo, Sittim y Guilgal recuerdan el paso del Jordán.
6,5 * =
Acacias.
6,6
Véanse Ex 23,15; 34,20.
6,6-9a
El pueblo recuerda y reconoce sus rebeldías. Ahora bien, el culto oficial ofrece
mecanismos para expiar pecados. El pueblo sugiere sacrificios valiosos, incluso
recurre mentalmente a los más valiosos aunque ilegales (Lv 18,21; 20,2),
sacrificios humanos. En tales condiciones, sin enmienda radical, el Señor no
acepta sacrificios. El tema es tradicional y frecuente: Is 1,10-20; Jr 7; Sal 50
etc.
6,8 La
interpelación escueta "hombre" nos sorprende y suena con énfasis como
correlativo de "tu Dios". Como señalando la común humanidad de todos
frente a Dios. El verso nos ofrece una síntesis de deberes, con el prójimo y
con Dios. No sabiendo qué hacer con él, traslado aquí un sintagma del verso
siguiente.
6,9-16
El texto presenta dificultades, por lo que algunos cambian el orden de los versos.
Hemos preferido mantener el orden del texto hebreo, suavizando en la traducción
asperezas gramaticales.
6,9
Interpela a la capital, donde se celebran las asambleas (Is 33,30; Ez 36,38; Sal
74,4).
6,10 Véase
Am 8,5.
6,11 Véase
Dt 25,13-15.
6,12
Véanse Am 3,10; Sof 1,9.
6,14-15
Una de las maldiciones clásicas es cultivar sin fruto o ver que se lo llevan otros
(Lv 26,26).
6,16
Omrí fue el fundador de una dinastía y de la capital, Samaría (884-874). Ajab fue
sucesor suyo y pasó a la historia por el crimen contra Nabot (1 Re 21).
La "afrenta"
es probablemente el vasallaje a un soberano extranjero. Si los judíos imitan a
sus hermanos del norte, sufrirán la misma suerte.
MIQUEAS. CAPÍTULO 5.
5 1Pero tú, Belén de Efrata,
pequeña
entre las aldeas de Judá, de ti sacaré
el que ha de ser jefe de Israel:
el que ha de ser jefe de Israel:
su origen
es antiguo, de tiempo inmemorial.
2Pues
los entrega sólo
hasta
que la madre dé a luz
y el resto de los hermanos
vuelva a los israelitas.
y el resto de los hermanos
vuelva a los israelitas.
3En pie
pastoreará
con la autoridad
del Señor,
en nombre
de la majestad del Señor, su Dios;
y habitarán tranquilos, cuando su autoridad
y habitarán tranquilos, cuando su autoridad
se extienda
hasta los confines de la tierra.
4[F]-La
paz vendrá así: Si Asiria se atreve
a invadir nuestro país
a invadir nuestro país
y pisar
nuestros palacios,
le enfrentaremos
siete pastores, ocho capitanes,
5que pastorearán Asiria a espada,
5que pastorearán Asiria a espada,
Nimrod con
daga.
Así nos
librará de Asiria,
cuando invada nuestro país
y pise nuestro territorio.
cuando invada nuestro país
y pise nuestro territorio.
El
resto entre los pueblos
6[M]-EI
resto de Jacob será
en medio
de muchas naciones
como rocío del Señor,
como rocío del Señor,
como orvallo
sobre el césped,
que no tiene que esperar
que no tiene que esperar
a los hombres
ni aguardar a nadie.
7[F]-EI
resto de Jacob
será en
medio de muchas naciones
como un león entre fieras salvajes,
como cachorro en un rebaño de ovejas,
como un león entre fieras salvajes,
como cachorro en un rebaño de ovejas,
que penetra
y pisotea y hace presa, impune.
8iAlza tu mano contra los agresores
8iAlza tu mano contra los agresores
y sean aniquilados
todos tus enemigos!
La
gran purificación (Is 2,6ss)
9[M]-Aquel
día -oráculo del Señor-
os aniquilaré vuestra caballería
os aniquilaré vuestra caballería
y destruiré
vuestros carros,
10aniquilaré
las ciudadelas
y arrasaré
las plazas fuertes,
11aniquilaré en tus manos los sortilegios
y no te quedarán adivinos
11aniquilaré en tus manos los sortilegios
y no te quedarán adivinos
12aniquilaré
en medio de ti ídolos y estelas
y no adorarás las obras de tus manos,
13derribaré en medio de ti los mayos
y no adorarás las obras de tus manos,
13derribaré en medio de ti los mayos
y acabaré
con tus bosques sagrados.
14Con ira y cólera tomaré venganza
14Con ira y cólera tomaré venganza
de las naciones
que no obedezcan.
Explicación.
5,1
Pero la humillación no es definitiva. Sólo que la dinastía tiene que recobrar
sus humildes comienzos: no Sión, sino Belén, llamada también Efrata (1 Sm 17,12;
Sal 132, 6). El "origen remoto" puede remontarse a la genealogía del
final de Rut.
Cuando
Mateo aplica este verso al Mesías, cambia o lee "no eres la más
pequeña" (Mt 2,6), sin contradecir lo que implica el original. La
tradición cristiana, prolongando la sugerencia de Mateo, ha leído en este verso
el origen eterno del Mesías.
5,2 La
restauración anunciada tiene un momento previsto, que el profeta sólo puede proponer
en un enigma. Sus dos piezas se refieren al crecimiento del pueblo por dos factores:
porque las mujeres vuelven a dar a luz, porque los desterrados vuelven a
reunirse con sus hermanos (cfr. Is 7,14; 9,5 Y 10,21s). La que da a luz es
cualquier mujer judía y también la capital personificada como matrona. Los que
vuelven pueden ser los israelitas del reino septentrional o los judíos después
de un destierro previsto. "Madre" y "hermanos" imprimen a
esta profecía un tono familiar.
5,3a De
Dios recibe David y su sucesor el poder y en su nombre lo ejerce (Sal 72).
5,3b Es
muy dudosa la asignación. En boca de los falsos profetas exalta el tono optimista
y triunfal de su mensaje. En boca de Miqueas proyecta a un futuro indefinido promesas
davídicas (2 Sm 7,9).
5,4-5
Los falsos profetas refutan la visión humilde de Miqueas aplicando el esquema de
ls 14,24-27. Los pastores serán capitanes, la victoria se conseguirá por las
armas y Asiria será sometida a vasallaje, aunque encarne al legendario Nimrod,
cazador y guerrero (Gn 10,8-12).
Hay que recordar aquí la victoria de David
frente a Goliat, sin espada, con los arreos de pastor.
5,6-8
Estos dos versos muestran la oposición aguda del rocío fecundante y el león feroz.
A Israel le ha tocado vivir entre muchas naciones, y su destino no es violento,
sino pacífico. Tiene valores que aportar. Opuesto es el programa de los falsos
profetas: todas las naciones son fieras, e Israel la más fiera de todas. Su
destino es hacer presa y aniquilar.
5,9-14
Al final el Señor interviene en el debate con la última palabra. Recoge irónicamente
el verbo "aniquilar" y lo cambia de dirección, contra las pretensiones
militaristas. En forma de condena, nueva ironía, anuncia una purificación
liberadora. Destruirá el poder militar con sus armas (que se vuelven rivales
del Señor); destruirá la magia, que milita contra la profecía auténtica (Dt
18,9-11); destruirá la idolatría, por la que el hombre se esclaviza a una
manufactura.
5,9 Véanse
Dt 17,16; Os 14,4; Zac 9,10.
5,10 Véanse Is 17,3; Os 10,14; Am 5,9.
5,12 Véanse Dt 12,3; Is 10,10; Jr 10,14; Os 11,2.
5,13
Véanse Ex 34,13; Dt 12,3.
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