Discurso
del profeta (Sal 14)
7 1¡Ay de mí! Me sucede como al que rebusca
terminada la vendimia:
terminada la vendimia:
no quedan
racimos que comer
ni brevas,
que tanto me gustan;
2han desaparecido
del país los hombres leales,
no queda
un hombre honrado;
todos
acechan para matar,
se tienden
redes unos a otros;
3sus manos
son buenas para la maldad:
el príncipe exige, el juez se soborna,
el príncipe exige, el juez se soborna,
el poderoso
declara sus ambiciones;
4Se retuerce
la bondad como espinos
y la rectitud como zarzales.
y la rectitud como zarzales.
El día de
la cuenta que anuncia el centinela
llegará: pronto llegará la desgracia.
llegará: pronto llegará la desgracia.
5No os
fiéis del prójimo,
no confiéis
en el amigo,
guarda la puerta de tu boca
guarda la puerta de tu boca
de la
que duerme en tus brazos;
6porque
el hijo deshonra al padre,
se levantan
la hija contra la madre,
la nuera contra la suegra
la nuera contra la suegra
y los enemigos
de uno
son los
de su casa.
7pero yo
estoy alerta aguardando al Señor,
mi Dios y salvador:
mi Dios y salvador:
mi Dios
me escuchará.
Restauración
(Eclo 36)
8-No cantes
victoria, mi enemiga: si caí, me alzaré;
si me siento en tinieblas, el Señor es mi luz.
si me siento en tinieblas, el Señor es mi luz.
9Soportaré
la cólera del Señor,
pues pequé contra él,
pues pequé contra él,
hasta que
juzgue mi causa y me haga justicia;
me sacará a la luz y gozaré de su justicia.
me sacará a la luz y gozaré de su justicia.
10Mi enemiga
al verlo se cubrirá de vergüenza,
la que me decía: «¿Dónde está tu Dios?».
la que me decía: «¿Dónde está tu Dios?».
Mis ojos
gozarán pronto viéndola
pisoteada como lodo de la calle.
pisoteada como lodo de la calle.
11-Es el
día de reconstruir tu cerca,
es el día de ensanchar tus lindes.
es el día de ensanchar tus lindes.
12el día
en que vendrán a ti
desde Asiria hasta Egipto,
del Nilo al Éufrates,
desde Asiria hasta Egipto,
del Nilo al Éufrates,
de mar
a mar, de monte a monte.
13El país
con sus habitantes quedará desolado
en pago de sus malas acciones.
en pago de sus malas acciones.
14-Pastorea
a tu pueblo con el cayado,
a las
ovejas de tu propiedad, vecino solitario
de la foresta del Carmelo;
de la foresta del Carmelo;
que pasten
como antaño en Basán y Galaad;
15como cuando saliste de Egipto.
muéstranos tus prodigios.
15como cuando saliste de Egipto.
muéstranos tus prodigios.
16Que los
pueblos al verlo se avergüencen.
a pesar de su valentía;
a pesar de su valentía;
que se lleven
la mano a la boca
y se tapen los oídos;
y se tapen los oídos;
17que muerdan
el polvo
como culebras
o sabandijas;
que salgan
temblando de sus baluartes.
que teman y se asusten ante ti.
que teman y se asusten ante ti.
Señor. Dios
nuestro.
18-¿Qué
Dios como tú perdona el pecado
y absuelve
la culpa al resto de su heredad?
No mantendrá
siempre la ira.
pues ama la misericordia;
19volverá a compadecerse.
destruirá nuestras culpas.
arrojará al fondo del mar
todos nuestros pecados.
pues ama la misericordia;
19volverá a compadecerse.
destruirá nuestras culpas.
arrojará al fondo del mar
todos nuestros pecados.
20Así
serás fiel a Jacob y leal a Abrahán,
como lo prometiste en el pasado
como lo prometiste en el pasado
a nuestros
padres.
Explicación.
7,1-7
La última pieza propone de nuevo la descripción de pecados con el anuncio de la
sentencia; con una particularidad, que el castigo es lógica consecuencia del
pecado; es decir, el pecado crea una situación injusta que han de padecer
también los culpables (cfr. Is 59). Donde reinan falsedad y engaño, se acaban
confianza y convivencia.
7,1 El
profeta parece sentir la tragedia de su mensaje y de su destino, y por medio de
su sentir expresa el dolor de Dios. En busca de frutos que justificaran el
perdón, se ha llegado a la rebusca, en vano: véase Jr 5,1. La imagen de Miqueas
dice que llega el final.
7,2
Véase Sal 12,2s.
7,3 Es
enérgico el oxímoron (opuestos) de la expresión: "buenos para el mal".
El último verbo es dudoso: lo pasamos con otros al verso siguiente.
7,4 Lo
que debía ser recto (Sal 45,7) se ha retorcido.
7,5
Véanse Jr 9,1-10 y Sal 55.
7,6
Véanse Ex 20,12; Lv 20,9; Dt 21,18-21.
7,7
Suena como conclusión de lo comenzado en 6,1. El profeta se distancia de la situación
y ocupa su puesto propio de centinela a la espera (Is 8,17; 21,5s; Ez 33; Hab 2,1).
A pesar de sus denuncias y su controversia, Miqueas aguarda y espera. Responde en
el libro el último bloque de oráculos.
7,8-20
Como los libros de Oseas y Amós, también el presente termina en tonalidad de esperanza,
A este bloque no le faltan relaciones temáticas con el juicio de 6,1-7,7: hay
un pleito (9), el lenguaje del pecado (18b.19b), la salida de Egipto (15), la
lealtad de Dios (18c). El bloque es una composición cuaternaria alternante; en esquema:
7,8-10
Jerusalén increpa a su rival recordando el pasado y el futuro.
7,11-13
Dios anuncia a Jerusalén el día de su liberación.
7,14-17
Jerusalén invoca la acción liberadora del Señor.
7,18-20
Jerusalén expresa su confianza en el Señor.
7,8-10
Primera parte. Jerusalén sufrió a manos enemigas, lo cual no significa que la potencia
enemiga sea árbitra de la situación. Jerusalén era culpable, y el Señor la
entregó temporalmente en manos enemigas (Jue 2, 11-15). Ahora que Jerusalén
está arrepentida y perdonada, el Señor saldrá por ella, librará a la humillada y castigará la
arrogancia del agresor. Es una confesión teológica tradicional, que históricamente se explicaría
mejor después de la caída de la capital (586), aunque cabría después de la asoladora invasión
de Senaquerib (701).
7,8
Cantar victoria: Sal 25,2; 35,19.
7,9 El
Señor se encarga del pleito de Jerusalén y lo hace suyo, como parte ofendida
(cfr. Sal 35,1). Domina la imagen del ver y de la luz (Is 42,7)
7,10 La
pregunta la hace el enemigo en tono burlón al ver que ese Dios no actúa: Sal 42,4.11;
79,10; 115,2.
7,11-13
Segunda parte. Llega el día de la reconstrucción y del retorno de los dispersos.
La ciudad se llena, y hay que ensanchar su muralla: Is 49,19; 54,2. El profeta
contempla una diáspora universal: Is 11,11; 43,6; 60,5-9.
7,14-17
Tercera parte. Si la imagen del Señor pastor está vinculada a las tradiciones del
desierto, el pastoreo en Basán y Galaad pertenece a la ocupación de la tierra
en Transjordania. La actividad pastoril del Señor a favor de su pueblo tendrá
virtud de teofanía (Sal 80.2-4), que infundirá pánico en el enemigo (Ex 15.14-16).
7,14
"Vecino solitario": semejante título no tiene antecedentes ni iguales
en el AT, por lo que algunos lo atribuyen al rebaño. Tampoco es extraño imaginar
a las divinidades residiendo en las montañas. Por otra parte, Carmelo puede ser
topónimo genérico (1 Sm 25,2), y sabemos que el arca estuvo estacionada en
Quiriat Yearim = Villasotos (Sal 132).
7,17
Véanse Sal 18,45; 72.9; Is 49.23; Os 3,5.
7,18-20
Cuarta parte. Por el tema del pecado y del perdón, la última parte empalma con
la primera. Si al enemigo se revela el Señor poderoso castigando, a su pueblo
se revela misericordioso perdonando.
7,19
Véanse Sal 32.1; 103.12. En el fondo del mar desaparece.
7,20 La
lealtad del Señor se muestra perdonando: la última. la insuperable. La esperanza
se basa en la promesa, una promesa que el pecado no puede invalidar.
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